Artes marciales
«El deporte para mi es terapia. Poder ir a entrenar después de un día duro me da la vida»
Álex Romero ha estado vinculado al mundo de las Artes Marciales desde que era muy pequeño. Empezó con 5 años en un Club de Judo cerca de su casa. Era un gimnasio de barrio, convertido en la actualidad en una tienda de alimentos. No duró mucho tiempo allí, ya que era el más pequeño, sus compañeros tenían aproximadamente 4 años más que él, y a esas edades se percibe mucho la diferencia. Pero a pesar de eso, en ningún momento perdió el interés por las artes marciales, por lo que al año siguiente fue a parar al club dónde continúa actualmente. Desde entonces, entrena con el mismo maestro, al que admira, quiere y respeta, aunque durante algún tiempo, compaginó los entrenamientos en su club con los que hacía en el CAR de Sant Cugat. Romero siguió practicando judo hasta que, en 2009, añadió a su carrera el jiujitsu. Fue años después, en 2018 cuando añadió a su carrera el jiujitsu brasileño, que practica en otro club.
Durante toda la entrevista, Álex transmite mucha modestia, y habla de su deporte como una parte más de su vida, sin dar en ningún momento importancia a los resultados deportivos, a pesar de que sabemos que ha sido varios años campeón de Catalunya y podium en campeonatos nacionales, y es cinturón negro-primer dan de jiujitsu tradicional y de judo. Actualmente es terapeuta ocupacional y trabaja de educador en un centro de educación especial, dónde el deporte está presente en su día a día con los jóvenes.
Álex, ¿Qué significan para las artes marciales?
Siempre me he planteado la práctica de la artes marciales como algo personal y como un hobby. Estar sano y poder practicar hasta avanzada edad ha sido un objetivo y no tanto los resultados en las competiciones. Aunque cuando estás en el tatami delante de tu oponente, el chute de adrenalina se nota y la ganas de hacerlo bien y ganar están ahí. El ambiente en todas las disciplinas que practico es genial, te sientes acogido, uno más y para mi eso es fundamental. Son amigos muchos de ellos, más que compañeros.
En tu presentación hemos hablado de distintas artes marciales, ¿podrías explicarnos qué es el jujitsu?
El jiujitsu o jiujitsu tradicional, para diferenciarlo del brasileño, es un arte marcial de origen japonés. Se puede practicar a cualquier edad. En su variante de competición hay diferentes categorías: Lucha, Ne-Waza (lucha en suelo), Duo kata y Duo show. Yo siempre me he decantado por la lucha y en los últimos años por el Ne-waza.
¿Qué características psicológicas crees que son imprescindibles para llegar a ser un bueno en este deporte?
Depende de lo que entiendas por «ser bueno». Es un concepto muy relativo. Para mi, o tal y como yo lo veo, hay que ser honesto, respetuoso con los compañeros, tener cierta modestia (siempre puede haber alguien que te «ponga en tu sitio»), no hay que ir a hacer daño, y sobre todo, disfrutar de lo que se hace.
Esto que he dicho no es incompatible con sacar buenos resultados a nivel de competición. Yo personalmente intento siempre ser acogedor con la gente que empieza nueva o con la gente que tiene «menos nivel» que yo. No hay que demostrar nada a nadie y siempre se puede aprender algo de gente que sabe «menos» que tú.
¿Qué papel juega el entrenamiento de la mente en tu deporte?
A nivel de competición de élite, están sometidos a mucha presión en un deporte que exige mucho tiempo, esfuerzo y que desgasta el cuerpo. Esto puede pasar factura a nivel psicológico, dependiendo también de las cualidades y estrategias de afrontamiento que tenga cada uno.
En mi caso, en 2010, sufrí una lesión grave de tobillo, practicando judo (que he de recalcar que en estos deportes el riesgo es mínimo pero a veces ocurre). Me tuvieron que operar dos veces y estuve parado 6 meses. A nivel psicológico me marcó esa experiencia. Jamás había sufrido lesiones de esa magnitud y digamos que le vi «las orejas al lobo». Desde ese momento mi judo y jiujitsu, cambiaron por completo. Algo mucho más defensivo que constructivo; más de usar fuerza que técnica. Supongo que de haber tenido apoyo psicológico en ese momento, habría ayudado a gestionar mejor esa situación.
¿Cómo es la actualidad de este deporte? ¿Crees que le falta visibilidad?
Es minoritario a nivel de España. En Catalunya lo es mas aún. Y por supuesto que le falta visibilidad. A las artes marciales en general. Hay como la percepción de violencia o agresividad que están totalemente infundadas. Si hablamos a nivel femenino pues la cosa es mucho peor. Hay muy pocas compañeras en las competiciones.
En las artes marciales, el peso del deportista determina en muchas ocasiones la categoría de la competición, ¿Cómo afecta esto en vuestro día a día?
En la élite es muy importante, hay que vigilar mucho lo que comes, para poder llegar al límite de tu pesaje en el campeonato. Es importante ya que hay mucha presión y mucha dedicación. Y te puede pasar factura, ya que es un deporte muy exigente. Hay mucha presión y mucho esfuerzo en cada competición y en cada entrenamiento.
Si dejamos la élite a un lado, y por el contrario para ti la competición es un proceso más para aprender y mejorar, no te importa tanto pegarte en la categoría de arriba.
En la introducción, hemos explicado que actualmente trabajas con adolescentes como terapeuta ocupacional y educador, ¿Cómo te ha ayudado practicar artes marciales en tu trabajo actual?
El deporte para mí es terapia. Poder ir a entrenar después de un día duro me da la vida.
Además lo que he aprendido en artes marciales me ayuda mucho, ya que son deportes en los que se promueve siempre el respeto hacia los demás, el trato correcto, la humildad… Cuando trabajas con chicos con problemas, le damos mucha importancia a todos estos valores y cualidades. Además, en mi etapa como deportista, he aprendido técnicas de autocontrol, gestión de emociones en momentos complicados e incluso a mantener la calma en momentos de crisis. Todo esto lo utilizo a diario en mi trabajo.
En nuestro centro, el deporte y la actividad física están siempre presentes. Hacemos muchas actividades al aire libre, y eso ayuda a los chicos a gestionar su malestar o su inquietud, y también a descargar su energía.
¿Crees que el deporte puede ayudar a adolescentes a la reinserción social?
Sí, es una herramienta más, por todo lo que implica. Aporta numerosos beneficios: mejora las relaciones sociales con los demás, enriqueces la autoestima, aprendes a competir con uno mismo y con los demás, gestionas de manera correcta la frustración, etc.
Creo que cualquier deporte ayuda, pero las artes marciales más, porque tienes contacto, y hay que saber dejarlo ahí, en el combate. Es curioso por que, creo que puede ser extrapolable a cualquier disciplina marcial o de contacto. Es verdad que hay una aparente violencia explícita, pero lo bueno es que en la inmensa mayoría de los casos ahí se queda. Una vez el árbitro pita «mate» (stop) te saludas con tu oponente, le das la mano y queda en eso. Es deporte al fin y al cabo.
Muchas gracias Álex por tus respuestas, por tu tiempo, por darnos una perspectiva del deporte basada en los valores.
¡Hasta pronto!