Fútbol
«Los psicólogos y psicólogas deben ser los únicos que pueden hacer entrenamiento mental, pues a veces es mejor no tener una pseudo-asistencia psicológica que una mala intervención«
David Mora es psicólogo del deporte, estudió en la Pontifica Universidad Javeriana de Bogotá, y tiene un máster en la Universidad Autónoma de Barcelona. Desde pequeño ha estadp vinculado al deporte. Siempre le gustó el fútbol y esto hizo que poco a poco se vinculara al equipo en que se fue desarrollando como futbolista, primero jugando de portero y después de jugador. Como portero, destacaba por sus cualidades de líder, y por sus aptitudes y habilidades que le hacían sobresalir; por lo que fue selección Bogotá. Fue campeón nacional con ellos y con su club en categoría juvenil.
Años después, tuvo que cambiar de posición por su estatura, e inició su carrera como lateral izquierdo, «al inicio fue muy exigente la adaptación, pero que al final no fue tan mal, lo fui sacando adelante en la medida de lo posible». Pasó al fútbol base de Millonarios F.C., uno de los equipos más importante en Colombia y estuvo dos años allí, hasta categoría sub 20, lo que equivale en España a jugar en el segundo equipo.
Paralelamente comenzó su carrera profesional como psicólogo y allí perteneció a la selección de fútbol de la universidad, en donde quedaron campeones dos años seguidos del torneo regional y posteriormente fueron al torneo nacional, representando a la zona centro.
Desde ese entonces ha seguido jugando a fútbol en torneos informales de buen nivel. David comenta en su presentación que «la estructura del fútbol es diferente aquí. Solo hay la primera A y la Segunda. Esto, para muchos chicos no es bueno porque su sueño, muchas veces, termina en categoría sub 20».
Hola David, es un placer contar contigo para esta entrevista. Durante tu época de deportista, ¿tuviste la opción de trabajar con psicólogo/a del deporte?
Gracias Laura, Sí, si tuve la oportunidad de trabajar con 3 psicólogos (dos mujeres y un hombre). Hago la aclaración porque era poco común el rol del profesional y menos el de una mujer en un contexto machista. Tuve excelente relación con las tres y sin duda fueron modelos que me acercaron a esta profesión que hoy ejerzo. Dos de ellas están activas, una como investigadora (una de las más reconocidas en el país), quien es la que dirige la especialización y maestría en psicología del deporte en una universidad de aquí. El otro psicólogo es docente y sé que ejerce como psicólogo aplicado.
En realidad fueron de gran ayuda y cada uno me inspiró para ese momento de elegir qué carrera profesional estudiar.
¿Qué has aprendido de tu época de futbolista que te sirve para tu trabajo actualmente?
El camerino (vestuario), el saber como piensa un deportista, qué le interesa y que no, cómo vive fuera del campo, qué es importante en su vida extra-deportiva… Esto me ayuda a acercarme a los chicos y las chicas que tengo en consulta particular. Así mismo, las sensaciones que te produce el deporte, que vives con tanto amor y locura, y cómo influyen en tu estado de animo y en otras áreas de tu vida, son algunas de las cosas que he aprendido.
Antes nos has hablado de algunos de tus referentes, pero ¿por qué decidiste convertirte en psicólogo del deporte?
Fue compleja la decisión porque como muchos otros jóvenes “quería ser futbolista”, y veía el estudio para a un segundo plano. Mi familia influyó mucho, llegaron al punto de presionarme en que «tenía que estudiar». Yo asumí ello, pero les dije en qué universidad quería y así fue. Posteriormente, al tener el rol del psicólogo presente en mi carrera deportiva, pensé diferentes opciones profesionales, pero siempre ponderó la psicología con opción de ejercerla en el deporte. Y así fue. Además de ello, una de mis primas es psicóloga, me acercó un poco al mundo que me iba a enfrentar a nivel académico, no me disgustó y continué, o más bien me decidí en definitiva.
¿ Cuál es la realidad de la psicología del deporte en Colombia y otros países de Latinoamérica?
En Colombia la psicología del deporte está presente desde finales de los 70’ e inicios de los 80’. El rol del psicólogo ha estado desde allí, en Coldeportes, el CAR de Bogotá. Me refiero a que había una persona o dos, no más. Posteriormente, fueron formándose más psicólogos/as en deporte y en los 90’ hubo otras más. Ya fue sobre el 2000, que comenzaron a aparecer más psicólogos desempeñándose como tal y formándose como especialistas. Los primeros (años 90’), también eran especialistas. Actualmente hay más de 170 psicólogos del deporte colombianos, ejerciendo en diferentes deportes, entidades (privadas y publicas). Cada día el rol del psicólogo en el deporte es más demandado pero en muchos casos no remunerado de la forma que se debería. Bueno, poco a poco va tomando más fuerza.
Creo que en España el rol del especialista es más normalizado, es habitual verlo en diferentes equipos de trabajo. También sé que no todos los clubes deportivos cuentan con el profesional pero es más recurrente escucharlo en el día a día. Con la pandemia, creo que nos hemos hecho más visibles, en los dos países y esto es bueno, ojala vayan viendo que contribuimos en otras áreas del desarrollo de los deportistas (recreación, ejercicio y deporte), que permiten un buen aprendizaje, desarrollo y rendimiento. No obstante, la psicología ahora es demandada para capacitaciones a padres y entrenadores, se ha ampliado un poco ese rango, nos van viendo más.
De manera puntual, España siento que promovió el interés por el campo desde hace más años, lo que repercute en que tengan más psicólogos a la fecha, que cuenten con varias universidad dictando especializaciones, masters y doctorados. Aquí solo tenemos dos y hasta maestría.
¿Cómo se trabaja la psicología en el fútbol? ¿Conoces clubes que la apliquen y cuál es la metodología de trabajo?
Actualmente estoy trabajando con un equipo de fútbol, del mismo que soy hincha, lo cual es una fortuna. Conozco algunos equipos que cuentan con psicólogo del deporte, otros con “entrenadores mentales” (no psicólogos y de los cuales no soy amigo ni partidario que hagan estas intervenciones). Con esto quiero resaltar que los entrenadores se están preocupando o interesando por esta área científica para aportar al rendimiento deportivo.
En mi caso, se hace una valoración inicial, se identifican algunas necesidades grupales e individuales y sobre ellas se hace un plan de trabajo. Por otro lado se hace asesoramiento a entrenadores y se dictan algunos talleres en temas de interés que son relacionados con las necesidades identificadas en la primera parte de la temporada y que también pueda contribuir con su formación y perfil de entrenador. Así mismo, con el departamento médico, trabajamos en conjunto con el DCARF (Departamento en Ciencias Aplicadas al Rendimiento en el Fútbol), promoviendo el bienestar y el rendimiento. Digamos que soy un puente o acciono desde las dos áreas, es decir, desde el Staff técnico, pero también vinculado al departamento médico, creo que es un beneficio porque, a parte de aprender muchísimo, también estas recibiendo información de los deportistas para hacer una buena intervención o, como en muchos casos una asistencia.
Otros clubes, o más bien los psicólogos de estos, usan sus instrumentos como el fitlab, neurotracker, otros para hacer el entrenamiento psicológico.
Muchísimas gracias David, por compartir con tod@s tu experiencia y conocimientos sobre psicología del deporte. Espero que nos veamos pronto. ¿Te gustaría añadir algo más?
Muchas gracias Laura. Sólo quiero añadir que el rol del psicólogo, según mi experiencia, es una vocación que en muchas semanas te demanda un trabajo 24/7, que agota pero que hace parte de tu alegría y el amor por lo que haces. Así que es de meterle el amor, intentar ser organizado pues a veces el contexto es de inmediatez.La capacitación constante, o bueno, la auto-capacitación es necesaria. Leer, estar actualizado, ser curioso te permite estar a la vanguardia de los avances científicos que van teniendo en el área.
Los psicólogos y psicólogas deben ser los únicos que pueden hacer entrenamiento mental, debería aparecer una ley mundial que a estas pseudo-intervenciones las deben restringir y quizás eliminar, pues a veces es mejor no tener asistencia psicológica que una mala intervención. Me han llegado consultantes que han estado allí y es tenaz los daños que dejan.